
A tres semanas de que dieran el banderazo de inicio a la ruta del transporte universitario, pocos son los que disfrutan de este servicio. Los malos manejos en los horarios y la falta de comunicación entre los alumnos y los encargados de brindar este apoyo han sido notables en el uso del mismo.
La ruta comienza a partir de las 6:30 a.m. saliendo de Coppel Serdán rumbo a la casa del estudiante Ernesto Che Guevara, continuando a la casa Octubre Rojo y concluyendo en la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria, donde aproximadamente llega a las 7 a.m., bajando no más de 10 personas. Esta ruta se repite a las 4:30 p.m. y concluye a las 5 p.m. con el mismo número de estudiantes. El horario de la segunda vuelta es a las 11:20 a.m. saliendo de Biblioteca Central rumbo a su lugar de partida a las 12 p.m. La tercera vuelta es el mismo recorrido saliendo de Biblioteca central a las 12:20 p.m., llegando a la 1 p.m. La última vuelta es a las 5:15 p.m., finalizando a las 6 p.m. en Ciudad Universitaria. Cualquier estudiante de la UAS puede utilizarlo, solo necesita mostrar su credencial.
Muchos de los estudiantes que no han podido utilizar este recurso comentan sobre el cambio de horario en los turnos matutinos donde hay mayor movimiento: “cuando voy a la parada del camión me doy cuenta que en el horario de las 7:15 a.m. hay más personas esperando transporte que en el de las 6:30, 45 min marcan la diferencia”; “deberían de preguntar cuál sería la mejor ruta y los horarios para que más gente se suba, la verdad es que el camión pasa muy temprano”; “sabemos que el transporte gratis es un apoyo, pero también deben de checar donde quedaría mejor”. Otros ni siquiera sabían que ya estaba en funcionamiento: “algo había escuchado sobre el transporte pero no sabía a detalle y menos que ya está circulando”.
A pesar de los esfuerzos de directivos por hacer de este servicio algo sustentable, el desinterés, la poca información y el poco análisis entre los horarios y las rutas más convenientes, hacen que este servicio no logre su cometido. Debemos de poner más atención en lo que la población universitaria necesita. No se pretende quitar la ruta, sino mejorarla.